Culito veo, culito deseo

Y eso le ha pasado a más de una y en concreto a dos queridísimas "petardas" que vinieron el sábado pasado a merendar a mi casa.

Llevamos años reuniéndonos cada vez que nos apetece a merendar en casa de alguna y a cotorrear agusto de nuestras labores y de lo que encarte (habrá que hacer honor de la fama que tenemos las señoras), pero desde que conocimos a nuestras amigas las patchworteras, (ofú que mal suena, tendré que buscar otro palabro) y descubrimos sus "tardes de cosimiento" el patio se revolucionó.

Mila fue la primera que quería tardes de cosimiento porque según ella el coser o bordar no está reñido con el hablar, yo pensé que su insistencia iba a quedar en un pataleo sin más pero cual fue mi sorpresa cuando se le unió Cris, apaga y vámonos que eso si que no me lo esperaba de ella que a lo más que llegaba era a traer la labor en curso para que la viésemos.

Así que dos contra una, no me quedó más que rendirme y el sábado fue nuestro primer cosimiento, del que había que dejar constancia gráfica por si acaso no se repite jejejejeje.

Merendamos, cotorreamos y hasta cosimos. Mila preparó y empezó a acolchar un mini quilt que traía. Cris hizo uno de sus últimos invento, que me tuvo que regalar por aquello de que se me antojó y fui la anfitriona y yo le di un buen achuchón a un 1 x 1 que tengo entre manos.

Se quedaron por el camino Mariví y Noelia que no pudieron venir y a la que echamos de menos.

Besitos

LOLA